Es un tumor maligno que se localiza en los últimos 15 cm del intestino grueso.
Se trata de un tumor frecuente que suele presentarse con sangrado rectal, sensación de ocupación en el recto y a veces alteraciones del tránsito.
Su diagnóstico se realiza mediante colonoscopia y es imprescindible su estadificación precisa, ya que el tratamiento es diferente dependiendo de si es un tumor incipiente o si es localmente avanzado.
Esta estadificación se realiza mediante tomografía (TAC) para detectar afectación a distancia (metástasis) y es importante hacer una estadificación local mediante Resonancia Magnética y/o ecografía endorrectal, ya que si en estas pruebas se detectan ganglios patológicos o afectación de la grasa que rodea al recto, o invasión de órganos vecinos (útero, próstata, vejiga) se debe hacer tratamiento previo con radioterapia asociada a quimioterapia con el fin de disminuir el tamaño del tumor para poder realizar una cirugía más sencilla.
El tratamiento quirúrgico depende de la altura de la lesión y consiste en la extirpación del recto con todos sus gánglios (excisión mesorrectal total) y la reconstrucción del tránsito mediante una unión del colon al ano, manteniéndose la integridad del aparato digestivo.
Si la lesión es baja o si afecta al aparato esfinteriano la cirugía implica la extirpación del ano y la realización de un ano artificial (colostomía) para realizar la deposición.
Esta patología puede ser tratada mediante cirugía laparoscópica
Tumores precoces de tercio inferior y medio pueden ser resecados mediante microcirugía endoscópica transanal.
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